ANTE LA LLEGADA DE
UN NUEVO HERMANO
Hacer partícipe a los hijos de las tareas que conlleva la llegada de
su
hermano: preparar la cuna y habitación, adquirir la ropa...
- Valorar a los hijos tras la
realización de estas tareas.
- Resaltar la importancia de
tener hermanos y de la felicidad que esto
comporta en el juego, en las labores diarias, en la alegría de la
casa...
- Advertir a los familiares que en las visitas eviten
expresiones
negativas del tipo: "ahora si que vas a tener que
compartir", o
parecidas. Así mismo incitarles a que sus expresiones hagan alusión a
aspectos positivos referidos al nuevo hermano: "te vas a divertir
mucho", "con un hermano vas a poder jugar cuando se haga un
poco más
grande" etc.
- Debemos evitar con el mayor
la coincidencia de iniciar en el colegio
cuando nace otro hermano. Es preferible adelantar o retrasar esta
entrada para que no asocie: nace mi hermano = salgo de casa.
TRAS EL NACIMIENTO DEL NUEVO HERMANO
- Evitar frases que recriminen
sus acciones: "No lo toques", "Aléjate
que no me fío de ti", "Que se te va a caer"..
- Estimular con expresiones
positivas todo acercamiento: "Qué bien lo
cuidas" "Eres muy responsable", "Ven que lo vas a
bañar muy bien".
- Involucrar a los hermanos en
las tareas de cuidado, higiene,
alimentación etc.
- Buscar espacios para atender
de forma preferente a los hermanos en
el momento del nacimiento del nuevo bebé y en el período posterior.
Las personas adultas solemos dirigirnos rápida y casi exclusivamente
al
recién nacido, relegando la atención a los demás hermanos; sin
embargo, son éstos los que pueden manifestar conductas celosas y no
el recién nacido que no es consciente del momento.
- Valorar a nuestros hijos
delante de familiares y visitas, tratando de
omitir todo comentario negativo sobre ellos.
¿EN QUÉ CONSISTEN?
- Los celos son un estado
afectivo caracterizado por el miedo a perder o
ver reducidos el cariño y la atención de alguien querido, porque la
persona amada prefiera a otra. Este sentimiento suele ir acompañado
de envidia y resentimiento hacia quien se percibe como rival. La
persona con celos se considera menos querida que antes.
- La rivalidad entre hermanos
es algo natural e inevitable, que no tiene
por qué darse del mayor hacia el menor.
- Se suele manifestar mediante
muchas conductas: rechazo o rivalidad
hacia el hermano, romperle su material y juguetes, buscar estar con el
hermano para fastidiarle; insultarse, ridiculizarse o amenazarse,
llegando a veces a las manos, chivarse de conductas del otro. Aunque
vaya acompañado de un cariño sincero. La idea romántica de dos
hermanos que lo van a compartir todo no siempre es real.
- También se muestra en una
vuelta a conductas más infantiles: imitar el
lenguaje del pequeño, tartamudeo, pedir papillas, dormir en la cuna,
el
chupete, pedir ir a la cama de los padres, etc. También, conductas
como lloro frecuente y sin motivo aparente, preguntas alusivas a sí se
le quiere.
MEDIDAS QUE PUEDEN AYUDAR
- Establecer normas claras y
concretas en casa para todos.
- Habituarles a compartir las
responsabilidades diarias.
- Propiciar actividades en las
que colaboren todos.
- “Hacer familia”: juegos en
común, excursiones, viajes, tertulias...Crear
un clima familiar en el que predomine el amor y la confianza, compartir
con los hijos todos los acontecimientos haciéndoles partícipes de
proyectos comunes, ilusiones, valores de la propia familia.
- Tratar con afecto y atención
frecuentes a los hijos para que perciban
que son queridos.
- Estimular la expresión
sincera de sentimientos y emociones.
- Enseñar modales concretos:
pedir por favor, dar las gracias...
MEDIDAS MÁS CONCRETAS
- Evitar la comparación y la
competitividad entre los hermanos.
- No tener en cuenta las
conductas impropias de su edad.
- Evitar la intromisión
frecuente en sus conflictos, siempre que no haya
agresión.
- NO prestar atención ni
“recompensar” al hermano “chivato”.
- Evitar que el mayor asuma
siempre la responsabilidad del cuidado.
- Cada uno merece un trato
diferente, por tanto evitar tratar a todos
por el mismo rasero, explicando el por qué del trato diferencial.
- Fomentar la cooperación entre
los hermanos: en las tareas de la casa,
recados, en situaciones de juego...
- Respetar el espacio de juego
e intimidad de cada hijo.
- Animar los intereses
individuales de cada uno.
- Elogiar los comportamientos
deseados sin comparar.
- Observar y reflexionar sobre
las conductas celosas de nuestros hijos y
reaccionar sin darles excesiva importancia.
- Educar a los hijos en el
control de sus emociones: aprender a soportar
pequeñas frustraciones, alegrarse del éxito de los demás, enseñarle a
aceptar sus incapacidades y dificultades con optimismo.
¿CÓMO ACTUAR EN SIUACIONES DE CONFLICTO?
- Conocerlas previamente y
establecer reglas para estas situaciones
(comida, coche, juegos, tele..). Qué está permitido y qué no, y cómo
debería actuar cada niño de manera concreta.
- Ignorar disputas menores.
Cuando surjan conflictos, utilizar la técnica
de “cuenta atrás”. Diréis: cuento hasta 30 para que solucionéis el
conflicto: treinta, veintinueve... Si no se soluciona utilizar el
“Tiempo
Fuera”, retirada de privilegios y otras medidas.
- En conductas inaceptables
actuar de inmediato: en agresiones o
insultos degradantes, utilizar: “Tiempo fuera”, retirada de
privilegios...
- Enseñar, en momentos de
tranquilidad, cómo resolver conflictos: cómo
pedir “por favor”, llegar a un acuerdo... e investigar quién es el
culpable
de las disputas, para evitar tomar medidas siempre con el mismo.
-
Puede premiarse, al principio la colaboración y buen
comportamiento.
Fuente: www.jesusjarque.com
Folletos de ayuda a padres y madres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario