domingo, 29 de mayo de 2011

FAMILIAS CON HIJOS ADOLESCENTES

"Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros."
Sócrates:
La adolescencia es como una casa en tiempo de mudanza: un desorden temporal.
Julius Warren


Los niños crecen y los padres también deben crecer mentalmente junto con sus hijos para poder adaptarse a los inevitables cambios que la familia va a experimentar cuando sus hijos lleguen a la adolescencia.

El problema de tantos choques en las familias con hijos adolescentes es que los padres se quedan con las mismas reglas que tenían cuando sus hijos eran pequeños, claro que ya no les sirven, solo piense, ya no les sirven las ropitas ni los zapatitos que usted les ponía ¿verdad?

Los hijos crecen tan rápido que a los padres les toma mas tiempo acostumbrarse a que ya no son pequeños, muchas veces se sienten mal al darse cuenta que ya no son el centro en la vida de sus hijos.

Un padre me confeso en la terapia que el se llevaba muy bien con sus hijos mientras eran pequeños, pero tan pronto entraban a la adolescencia ya no se llevaba tan bien con ellos, no sabia como tratarlos. Le ayude a entender a sus hijos siguiendo estos pasos que usted también puede aprender para que la familia vaya en armonía y en paz, no digo que sea fácil, pero si es posible.

¡Buena suerte!
Características psicológicas de los adolescentes
La etapa de la adolescencia implica una serie de cambios de la estructura psicológica del individuo, que se pueden resumir de la siguiente manera:
Conocer los límites. La mayoría de los comportamiento de los adolescentes obedecen a una razón: saber cuáles son los límites de los adultos, por eso los someten a prueba haciendo cosas disparatadas.

El amparo al grupo. La identidad grupal. El grupo proporciona refugio a la inseguridad personal y da fortaleza ante la amenaza de los adultos.

Necesidad de llamar la atención. Narcisismo. Como manifestación del descubrimiento de su propia realidad. Quiere decir a todo el mundo “yo soy yo”.

Máscaras. Para disimular la inseguridad necesita protegerse, para lo cual usa máscaras de comportamiento, que impiden a los demás darse cuenta de la realidad. Esto es un mecanismo inconsciente.
Agresividad, como máscara, para proteger la inseguridad.
Rebeldía, otra máscara. Cada adolescente tiene una forma distinta de ser agresivo. Aveces con violencia verbal o de comportamiento y otras en forma de ensimismamiento.
Descubrimiento de la propia identidad. El adolescente intuye y descubre que “él” es “el”, no otro. Distinto a cualquier otra persona.
Ambivalencia entre infancia y madurez. Se descubre a sí mismo con rasgos de adulto y rasgos de niño.
Inseguridad ante la ambigua realidad. Como consecuencia de lo anterior aparece en el adolescente una gran inseguridad en sí mismo.

¿Qué influye en los problemas entre padres e hijos?
La personalidad de los padres o del hijo (dura y poco comprensiva).
Inconsistencia en las exigencias.
Discrepancia de los padres en cuestiones importantes.
Inexistencia de normas y roles claros.
Ausencia de un desaguadero para expresar los sentimientos.
Una crisis de la pareja que afecta a los hijos.
Se acumulan, sin resolver, tensiones familiares.

¿Cómo tener un hijo adolescente...y ser feliz?
No se considere agraviado por lo que los adolescentes hagan: no es nada personal... es simplemente su crisis.
No tome los problemas de sus hijos como propios: deje que él maneje su vida y tome sus decisiones. Pero exíjale que éstas no afecten a los demás.
Establezca con su hijo (gano-ganas) los límites y normas necesarias para vivir en armonía.
Si su hijo tiene un problema serio, ayúdele, pero no se amargue usted la vida: no añada un problema a otro problema.
No se puede “obligar” a nadie a ser bueno: hay que venderle la idea y ayudarle con ideas y con acompañamiento.
El bien de la familia está antes que el bien del adolescente. Conviene, sin embargo, conseguir las dos cosas.
Desconcierte de vez en cuando a su hijo. No sea tan predecible que su hijo/a sabe siempre qué esperar de usted.
No tome decisiones sobre la marcha, ni acepte hechos cumplidos. Calma, paciencia, reflexión…y después actuar con firmeza.
Si usted se sale de casillas, su hijo lo manipula y lo domina, ganó la batalla.
Tenga un interés real y genuino por las cosas del adolescente.
Relación entre padres e hijos adolescentes
Tal vez sea la adolescencia una de las etapas más difícil en la vida de nuestros hijos. Muchas son las cosas que cambian para ellos, y todas empiezan a la vez.
Un cúmulo de nuevas sensaciones, sentimientos desconocidos y afán de ser mayores, todo ello junto puede producir en los adolescentes explosiones que arrasen con todo.
En estos momentos es cuando la relación padres - hijos adolescentes puede verse afectada por muchos problemas, derivados de todos esos cambios que están afectándoles.
Es también durante este tiempo cuando los padres debemos hacerles llegar que estamos ahí para apoyarles, que no somos el enemigo, que es como muchas veces el adolescente percibe a sus padres.
Los padres debemos tener claro que ellos están creciendo, necesitan su espacio, aprender a ir manejando su libertad, y que eso no es el fin del mundo. Los hijos adolescentes deben ir aprendiendo a volar y la función de los padres es enseñarles a manejar bien sus alas.
¿Qué podemos hacer los padres?
Sobre todo debemos ser pacientes, toda la paciencia del mundo en ocasiones no es suficiente. Nuestro pequeño ahora nos planta cara, cuestiona nuestras órdenes y quiere ser él el que tome el timón de su vida.
Llegará, sin duda. Él debe tomar el timón de su vida, cuando llegue el momento. La adolescencia es el tiempo de aprendizaje, aunque no solo los adolescentes están aprendiendo también los padres, sobre todo los que por primera vez se encuentran con un hijo adolescente.
Si los padres fallamos es más fácil que nuestros hijos tengan algún tipo de problemas. Si en ocasiones no sabemos muy bien como actuar es muy conveniente acudir a pedir consejo a un buen profesional.
Es imprescindible que gastemos una parte de nuestro tiempo con nuestros hijos, interesándonos por sus actividades, sus amigos y todo lo que pueda ser importante para ellos.
Hablando con nuestros hijos adolescentes
A la hora de mantener una conversación con un adolescente sería conveniente no olvidarnos de:
• Explicarles las cosas con claridad: que nada pueda ser malinterpretado o darle un significado que no queremos.
• Mantener una conversación: hablar y dejar que hablen.
• No descartar sus opiniones: los padres no tenemos en nuestro poder la verdad absoluta.
• Si estamos enfadados: no debemos hacerles pagar a ellos nuestro mal humor.
• Coherencia con nuestras exigencias: el comportamiento de los padres debe ser coherente con lo que exigimos a los nuestros hijos.

Estableciendo reglas
La vida de los adolescentes puede convertirse en un autentico caos. Los padres debemos establecer unas reglas, por supuesto, para que sean cumplidas no para cubrir expediente.
Tal vez a la hora de establecer las reglas que les afectarán sea conveniente comentarlas con ellos, pedir su opinión, aunque al final seamos los padres los que tengamos la última palabra.
Cuando tomemos una decisión sobre algún tema, como horarios, castigos etc., debemos mantenernos firmes y no dejar que nos manipulen, los adolescentes pueden llegar a ser muy convincentes para intentar salirse con la suya.
Por supuesto si hemos de reconocerles su buena actitud, notas, comportamiento etc., no debemos quedarnos cortos, hagámosles saber que están trabajando bien y no seamos tacaños con los elogios.
Nunca debemos olvidar que los padres somos los adultos, los expertos y que tenemos que darles a nuestros hijos adolescentes todo el apoyo, los consejos, halagos, críticas, castigos o premios que necesiten.

Referencias: la familia.info; Ebm En buenas manos.

domingo, 15 de mayo de 2011

FAMILIAS CON HIJOS ESCOLARES

HOLA AMIGOS


SE ACERCA EL FINAL DEL AÑO ESCOLAR COINCIDIENDO EN NUESTRO PROGRAMA LA PSIQUIATRA DE VIDA CON EL CICLO DE LA FAMILIA CON HIJOS ESCOLARES.

LA EDUCACIÓN FORMAL COMIENZA A LOS 5 AÑOS DE EDAD CON EL CURSO PRE-PRIMARIO DONDE NUESTROS HIJOS VAN A RECIBIR LAS BASES PARA LA LECTURA Y PRE-ESCRITURA.

SI FUERON A UN PRE-ESCOLAR A ESTAS ALTURAS ES MUCHO LO QUE HAN PINTADO, RECORTADO Y PEGADO Y RASGADO CON SUS MANITAS.

SON MUCHAS LAS LONCHERAS QUE HAN QUEDADO ATRÁS, DE TODOS LOS PERSONAJES DE MODA Y TODO LO QUE SE LE OCURRA AL MUNDO DEL MERCADEO PARA HACER DE NUESTROS NIÑOS PEQUEÑOS CONSUMIDORES.

A QUIEN NO SE LE ENTERNECE EL CORAZÓN CUANDO NUESTROS NIÑOS Y NIÑAS APRENDEN SUS PRIMERAS CANCIONCITAS Y SUS PRIMERAS POESIAS O CUANDO SE PRESENTAN EN ALGUN ACTO DEL COLEGIO, NO SE LO PIERDA POR NADA DEL MUNDO. LAS MAMÁS Y LOS PAPÁS NOS PONEMOS MÁS NERVIOSOS QUE LOS MISMOS NIÑOS.


. Hijos en edad escolar
Esta es una etapa crucial en la evolución de la familia. Es el primer desprendimiento del niño del seno familiar. Se unirá a una nueva institución con maestros y compañeros y realizará nuevas actividades fuera del hogar.

En cierta medida es la puesta a prueba de todo lo que la familia inculcó en los primeros años al niño (límites, relación con la autoridad y pares, si es correcto preguntar o no, etc.).

La red social del niño se amplía y se comenzará a relacionar con otros adultos significativos (maestros). Estas nuevas experiencias pueden ser transmitidas al niño como algo bueno, donde el crecimiento tiene una connotación positiva o pueden ser vividas como una pérdida o un abandono, lo cual hará que el niño se encuentre en una situación muy conflictiva (de elección entre familia y afuera) y dificulte su adaptación.

Por otro lado los padres tendrán por primera vez una imagen externa de su hijo, la imagen que le transmitirán los maestros.

Problemas frecuentes

- En ciertas familias con muchas dificultades para realizar cambios. En algunas familias los puede enfrentar a imágenes que no les gusta, haciendo responsable al colegio o los maestros de ellas y/o provocando cambios frecuentes de colegio, que dificulta más la adaptación del niño.

- Otras familias depositan a los niños en la escuela demandándole a ésta funciones que le corresponden a los padres cumplir.
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- Familia y ciclo vital familiar Por Dra. Judith Estremero y Dra. Ximena Gacia Bianch
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EL INSTITUTO DE TECNOLOGIAS EDUCATIVAS DE ESPAÑA PREPARO ESTAS RECOMENDACIONES PARA QUE LOS PADRES PUEDAN AYUDAR A SUS HIJOS EN LA ESCUELA Y ASI EVITAR EL FRACASO ESCOLAR.

Cómo ayudar a nuestros hijos en los estudios

La tarea educadora de los hijos es un derecho y deber primario que tienen los padres. El resto de las instituciones que aparecen a lo largo de la escolaridad de un niño tratan de educarlo por delegación implícita que hacen los padres de ese derecho primero. Pero delegar una tarea, no quiere decir olvidarse, es por ello, que los padres no pueden omitir el derecho y deber primero a la educación de sus vástagos.

La interrogante que surge es.¿cómo ayudar a nuestros hijos en los estudios?, a esta pregunta vamos a tratar de darle respuestas:

1.- Creando un ambiente de estudio en casa

El ambiente que nos rodea es la influencia que tiene en nosotros el entorno que nos rodea. Watson uno de los iniciadores del conductismo en psicología, ya decía: “Dadme un niño y podré hacer de él o un criminal o un santo”. Con ello quería poner de manifiesto la influencia decisiva que tiene el entorno que nos rodea en la personalidad o en la manera de conducirnos. Somos lo que hemos aprendido a ser.

Crear un ambiente no es la actuación de unos días concretos, sin continuidad de manera esporádica para tratar de conseguir unos objetivos educativos. Crear un ambiente significa una actuación sistemática, perseverante para conseguir los objetivos marcados.

¿Cómo se crea el ambiente de estudio?:

Incidiendo desde todos los planos posibles para conseguir el objetivo, es decir, desde los valores a fomentar, ser laboriosos, ser constante en las tareas, valorar el esfuerzo, etc.
Cuidando los detalles materiales que favorezcan el trabajo: que exista un sitio para estudiar, este lugar deberá reunir algunas condiciones mínimas del tipo de las siguientes: aislamiento de ruidos y cosas que distraigan; iluminación suficiente; silla y mesa de trabajo funcionales para las tareas que se realizan normalmente.
Respetando los padres el tiempo de tareas sin interferir con otros encargos que puedan surgir, que la televisión no esté puesta en el tiempo de trabajo, etc.
Creando hábitos de estudio, es decir, repitiendo siempre el mismo horario de estudio, de trabajo.. en un ambiente de silencio.
Aprovechando los padres el tiempo de estudio para realizar ellos, si es posible, diversos trabajos que tengan pendientes para que sus hijos los puedan ver como modelos que van por delante y son dignos de imitar.
Teniendo un material base para el estudio: diccionarios, enciclopedias, libros de consulta.
Promoviendo para el tiempo libre actividades que tengan que ver con la cultura, con la lectura, con el afán de saber más.

2.- Los padres han de ir por delante en su afán por la cultura

Si los padres tiene, por ejemplo, curiosidad intelectual, afán de saber y afición por la lectura, serán un ejemplo estimulante para el estudio de sus hijos.

Los padres tienen que preguntarse hasta qué punto fomentan, sobre todo con el ejemplo, la cultura familiar. En este punto puede surgir la pregunta de cómo van a hacerlo, si los padres posiblemente no tienen el nivel de estudios idóneo, no son universitarios, y apenas pueden responder a las preguntas que les plantean sobre las dudas en las tareas escolares. En este punto hay que decir, que los hijos no piden un profesor particular en los padres, sino la coherencia en su preocupación por los temas culturales, su sensibilidad ante lo artístico, el afán de saber que han mostrado en su trayectoria personal. Son manifestaciones de esa sensibilidad cultural, la existencia de una biblioteca familiar, las revistas que entran, las conversaciones que se tienen, etc.



3.- Manteniendo una estrecha colaboración con el tutor y profesores de los hijos

Padres y profesores están metidos en una misma tarea: la educación de los niños, por ello, se ha de tirar unos y otros en la misma dirección y se precisa de una colaboración mutua.

En este punto como en tantos otros, hemos de estar en el término medio, no pasarse por un extremo ni por el otro. Hemos de estar en contacto con los profesores, pero no podemos estar un día si y otro no requiriendo información del profesor sobre cómo va nuestro hijo, porque ello puede resultar agotador para el profesorado. Tampoco hemos de pasarnos por el otro extremo, el no aparecer por el centro, el que nos desconozcan, por mucho que requieran nuestra presencia.

Término medio puede ser una entrevista en cada evaluación, en otros casos que nuestro hijo requiere una tutorización mayor por el colegio y los padres, la periodicidad de la reunión puede ser una vez al mes.

Los aspectos que se pueden tratar en esas entrevistas pueden ser:
Intercambiar información sobre la forma de ser: conducta del hijo estudiante: que capacidades mentales tiene más y menos desarrolladas y cómo las usa.
Qué disposición tiene hacia el estudio: ir tirando con el mínimo esfuerzo, muestra interés o no, es perseverante en lo que se propone o enseguida abandona...
Cómo estudia: qué dificultades principales encuentra en la realización de su trabajo, en qué necesita mejorar en concreto.
Que valores son los que se insiste en casa, y cuáles son los que se proponen en el centro.
Esta información del centro educativo se obtiene sobre todo a través de entrevistas periódicas entre padres y profesores. Conviene que los padres acudan a dichas entrevistas habiendo pensado que tipo de información necesitan y qué tipo de información pueden, a su vez, facilitar al tutor o a los profesores.

Convendrá fijarse conjuntamente algún objetivo común para la actuación de los padres y del centro. Conviene que sea preciso y medible, para que en la próxima entrevista que se tenga, empezar por la revisión del objetivo marcado, cómo ha ido, qué dificultades han surgido, cómo adaptarlo para ahora, etc.

En el intercambio de información bidireccional entre padres y profesor, ocurrirá que el profesor o los padres no pueden proporcionar la información sobre algún dato concreto que se le pide. Esto es perfectamente comprensible. Pero los padres no deben por ello renunciar a conseguir lo que se proponían. Pueden pedir al tutor que consiga esa información para la entrevista siguiente, bien a través de su observación personal, bien a través de otras personas de entre las que trabajan en el centro educativo (profesores de las diferentes asignaturas, psicólogo, etc.).

4.- Orientando a los hijos en el manejo de las técnicas de estudio

Los buenos resultados en el estudio depende de querer estudiar, saber estudiar y hacerlo, es decir nos estamos refiriendo a la motivación, a las técnicas de estudio y a la fuerza de voluntad para realizar lo previsto.

Ahora nos vamos a referir a la importancia de tener la suficiente competencia en el manejo de las técnicas de estudio. Éstas son el instrumento del trabajo intelectual, y de igual modo que si quisiéramos tener un jardín arreglado necesitamos de un instrumental: azada, rastrillo, tijeras.... para realizar nuestro propósito, de igual modo nuestra inteligencia necesita de un instrumental para ser eficaz en el estudio. Por otra parte, nuestro método de estudio siempre es perfeccionable, siempre algo se puede hacer mejor con el menor esfuerzo, mejor y en el menor tiempo posible.

Hay que decir que el primero y principal instrumento que se necesita para el estudio es la lectura, de manera que nuestro hijo tenga las suficientes habilidades en comprensión, velocidad y entonación correcta en la lectura. Si este aspecto básico no se ha desarrollado en su momento con la suficiente eficiencia, posteriormente será la causa originaria del fracaso escolar que aparecerá.

Otras técnicas de estudio que nuestro hijo debe manejar adecuadamente son:
Saber organizarse el tiempo.
Saber hacer esquemas, resúmenes.
Saber subrayar un texto.
Pasos a seguir para estudiar un tema.
Es muy probable que en el centro educativo haya un plan de acción tutorial en el que figurarán la impartición a los alumnos de las técnicas de estudio, pero a veces no se practica lo suficiente, y los padres tienen que suplir en ello.

Así pues, la primera tarea es detectar en qué falla nuestro hijo, los defectos de estudio más comunes son: memorismo, estudiar sólo para el examen, dependencia excesiva del profesor y del libro de texto (falta de iniciativa), no saber distinguir lo importante de lo secundario, dificultad para expresar oralmente y por escrito, dificultad para relacionar y sintetizar conocimientos, mal uso del tiempo...

Una vez que entendemos en qué falla y en qué hay que actuar, habrá que hacer un plan para tratar de superar esos puntos débiles.


5.- Animando al estudio sin sermonear

Hay que empujar al estudio sin que se note, sin sermonear, ya que el insistir en un mensaje con oportunidad y sin ella en los adolescentes, puede ser contraproducente. Sermoneamos en la medida que insistimos demasiado en un punto sin que sea el momento oportuno para ello.

Hemos de valorar el esfuerzo y la dedicación de nuestro hijo al estudio más que sus resultados. No ha de centrarse toda la valoración de su hijo en sus notas. Hay que mirarle como persona y en un contexto más amplio que el mero rendimiento académico.



Resaltar sus propios progresos, aunque no estén a la altura de lo que a nosotros como padres nos gustaría. Hay que dar tiempo, lo importante es que vaya subiendo cota, aunque en un momento parezca que está retrocediendo. Recuerden que los éxitos, aunque sean o nos parezcan pequeños, son una pieza clave para mantener el interés.

No poniendo, de entrada, las metas demasiado lejos, para que no cunda el desánimo. Por regla general, son más eficaces los pactos familiares sobre aspectos concretos y con refuerzos también concretos, que los grandes discursos de los que se suele abusar.

6.- Procurando las ayudas pedagógicas oportunas cuando sea necesario

Cada hijo tiene su propio ritmo de aprendizaje, los puntos fuertes en el conocimiento y materias en las que presenta lagunas o dificultades. A estos alumnos hay que dar la respuesta pedagógica adecuada, que puede ir desde nuestra ayuda personal hasta ponerle un profesor particular.

Vamos a analizar algunas de las posibles respuestas:

a) Encargarse los padres.

Teóricamente parece una de las más idóneas porque el conocimiento profundo que los padres tienen de sus hijos les lleva a saber exactamente qué es lo que tiene que superar su hijo, además los padres están revestidos de una autoridad que no tienen otros que pueden intervenir, como son los hermanos.

La dificultad que tiene esta opción es que los padres han de disponer de suficiente tiempo para poder dedicarlo a la ayuda escolar de los hijos. Asimismo han de tener los suficientes conocimientos para ayudar a sus hijos en esas materias.

b) Encargarse algún hermano mayor.

Tiene la ventaja de hacer partícipe a un hermano mayor de la responsabilidad de ayudar a un hermano. Esto crea más unidad familiar entre los miembros al tener un propósito común. Otra ventaja es que entre alumnos se explican de manera más didáctica y con el mismo lenguaje las cosas que tienen dificultades.

Puede tener la dificultad de la falta de autoridad que tiene un hermano de manera que no siga las indicaciones que se le hacen. Otra dificultad es la falta de perseverancia en el encargo que se ha asignado a ambos cuando surgen las dificultades. Suele pasar que el hermano a quien se le ha encargado la atención académica, se escude en que él tiene bastante que hacer y no puede perder el tiempo con su hermano, que además no responde a veces a sus indicaciones.

Para subsanar estas dificultades puede ser conveniente asignarle una paga al hermano con el fin de darle más seriedad y responsabilidad.

c) Tener un profesor particular.

Que puede reforzar aquellas materias en las que tiene más dificultades. Para que un profesor particular sea una ayuda para nuestro hijo, hemos de tener en cuenta los siguientes puntos:
Los contenidos que se vean en las clases particulares han de estar supeditados y ser complementarios a los que se desarrollan en el centro educativo por el profesor de esa materia.
Es conveniente que sea una situación provisional, durante un tiempo. Hemos de tener en cuenta que lo normal es que vaya avanzando por los distintos cursos sin que necesariamente precise de un profesor particular. Se requerirá para situaciones extraordinarias: unos suspensos que indican lagunas importantes, dificultades significativas con área determinada, promocionar a un curso superior sin tener afianzado el anterior, cuando el niño no pueda seguir el ritmo normal de la clase....Sin embargo, puede pasar que lo extraordinario se convierta en ordinario.
Los padres deberán contar con la opinión del tutor y otros profesores. De esta forma, en caso afirmativo puede establecerse, además, una colaboración entre el profesor particular y los profesores del centro.
7.- Siguiendo el quehacer diario sin agobiar

Hemos de seguir el día a día del quehacer diario. El criterio es que cuanto más pequeños más de cerca hemos de hacer el seguimiento de las tareas de nuestros hijos, cuando van siendo más mayores y han ganado en autonomía y responsabilidad, les podemos dar más distancia en el seguimiento.

Hay que saber qué exámenes tienen, qué resultados están obteniendo, con qué dificultades se encuentran, cuáles son sus actitudes, disposiciones....

Hay que guardar un equilibrio entre dos posturas extremas, una hacer un seguimiento pormenorizado, que puede resultar agobiante a nuestros hijos, y que en algún momento determinado hay que seguir esa estrategia porque requiere una tutorización especial, pero que si se aplica más tiempo puede ser contraproducente. Y la otra postura es no preocuparnos por sus cosas, seguirlo a mucha distancia, de manera que indique despreocupación por nuestra parte. El criterio como se ha dicho antes es ir de más seguimiento a menos según va teniendo más años, pero cada caso es único.

Un objetivo educativo que hemos de marcarnos los padres es que tengan la suficiente madurez y autonomía para organizarse nuestros hijos en el tema de los estudios, y también sería extensible a otros ámbitos. Pero centrándonos en el primero, lo deseable sería que cuando están en el primer ciclo de la enseñanza secundaria obligatoria, es decir, con 13-14 años, nuestros hijos se pudieran organizar por si mismos el horario de estudio, si se van a levantar por la mañana o se quedan por la noche porque tienen un examen....

Hemos de tener en cuenta, que los padres podemos mandar que estudien, que hagan esto o aquello otro, pero esto se puede hacer cuando tienen pocos años, porque aceptan nuestras indicaciones sin rechistar, pero cuando llegan a la adolescencia, si no va saliendo de ellos mismos el hacer las cosas, porque entienden que así lo tienen que hacer, poco podremos hacer con imposiciones si nuestros hijos no están dispuestos a estudiar.

Para ir consiguiendo esta meta educativa, los padres tenemos que empezar desde pequeños, poco a poco, que sean ellos los que hacen las cosas porque así lo van decidiendo, con autonomía, aunque a veces haya que mandarles, pero con la tendencia que sean los que llevan las riendas de los estudios.

miércoles, 11 de mayo de 2011

FAMILIAS CON HIJOS ESCOLARES

Familia con hijos pre- escolares:
• Esta etapa comienza con la entrada del hijo mayor al jardín infantil.
• El niño desarrolla mayor dominio sobre su cuerpo, comienza a conocer, explorar su medio ambiente.
• Los padres permiten mayor autonomía y al mismo tiempo protege al niño de los posibles peligros.
• La sobreprotección por parte de los padres pueden inhibir al niño y limitar muchas de sus potencialidades.
Familia con hijos escolares:
• Esta etapa comienza con el hijo mayor en el colegio
• El niño se separa parcialmente de la familia para desarrollar sé en el ámbito escolar.
• Es una época de prueba para los padres por que el medio escolar y su exigencia evalúa la eficiencia del niño
• El escolar va a conocer otras familias con otros estilos de vida lo que le permite hacer comparaciones con su propia familia
• la madre tiene mas tiempo libre lo que le permite realizar otras actividades como por ejemplo trabajar

lunes, 9 de mayo de 2011

La Familia y los Hermanos

QUE PENSARA EL PRIMOGENITO CUANDO SUS PADRES LES DICEN: VAS A TENER UN HERMANITO?







LO CIERTO ES QUE MUCHAS FAMILIAS TIENEN MAS DE UN HIJO CON LO QUE SE CREA EL SISTEMA DE LOS HERMANOS TAMBIEN LLAMADO FRATERNO.

LOS HERMANOS SON MUY IMPORTANTES PORQUE SON LA PRIMERA EXPERIENCIA EN LA VIDA CON IGUALES, AQUÍ ES DONDE SE APRENDE A COMPARTIR Y A COMPETIR EN EL BUEN SENTIDO DE LA PALABRA.

ELLOS COMPITEN POR LOS JUGUETES, POR LA ROPA, POR LA COMPUTADORA, POR EL CONTROL DE LA TV, POR EL ASIENTO EN LA VENTANA DEL CARRO, PERO SOBRE TODO COMPITEN POR LA ATENCION DE PAPA Y MAMA.

AUN ASI, TENER HERMANOS Y HERMANAS ES LO MEJOR QUE LE PUEDE PASAR A UN NIÑO

VEAMOS QUE OPINA LA PSICOLOGA Trinidad Aparicio Pérez EN PULEVA SALUD



La importancia de los hermanos en el desarrollo del niño


Los hermanos influyen de una manera decisiva en el desarrollo del niño, sirven de referente y también de apoyo en las diversas situaciones que nos plantea la vida.
Las relaciones familiares de aquellos niños que tienen hermanos es mucho más rica que las de aquellos que no los tienen, su educación vital será más completa, ya que hay muchos conocimientos y experiencias que vivirán junto a sus hermanos y que complementan el desarrollo del niño.
Estas experiencias también pueden ser negativas en algunos casos, pero es lo menos frecuente.
Aunque los padres pongan un gran esfuerzo, difícilmente podrán sustituir esta relación que tienen los hermanos, ya que en ella se produce un factor de identificación e igualdad que no se produce en las relaciones entre padres e hijos.

. Las relaciones en la infancia y adolescencia





La relación del niño con sus hermanos enriquece su desarrollo.
Los niños pequeños entienden la relación con sus hermanos desde un punto de vista meramente social, para ellos los hermanos son aquellos niños con los que conviven y que comparten unos mismos padres.
Por lo tanto no harán distinción entre hermanos biológicos o adoptados, ni considerarán como tales a aquellos hermanos biológicos que debido a una separación crezcan en otra familia, su relación será más parecida a la de unos primos.
Las relaciones entre los hermanosdependerán de varios factores, entre los que podemos destacar:
- La diferencia de edad entre los hermanos.
- El sexo.
- El orden que ocupan los niños en el número de hermanos.
- El tamaño de la familia.
- La personalidad de los niños.
- Los gustos y afinidades entre los hermanos.
Cuando coinciden dos hermanos del mismo sexo y una diferencia pequeña de edad suelen tener una relación más intensa, ya que tienen más cosas en común pero también generan más conflictos entre ellos.
Esto es debido a que, en cierto modo, consideran al hermano como un rival, ya que defienden un rol similar dentro de la familia, cosa que no suele ocurrir cuando los hermanos son de distinto sexo o hay mucha diferencia de edad entre ellos.
El factor que más conflicto crea entre hermanos son los celos.
Cada hijo es un ser independiente con unas características propias y diferentes de la sus hermanos, tampoco nuestra relación con cada uno de ellos puede ser exactamente igual, por mucho que intentemos ser justos y equitativos.
Esta complejidad en las relaciones familiares puede generar un sentimiento de injusticia hacia su persona en alguno de nuestros hijos que se traduzca en hostilidad hacia su hermano.
Para evitar estas situaciones los padres debemos intentar evitar hacer comparaciones entre los niños delante de ellos, ser equitativos en nuestros castigos ante faltas similares y animar a nuestros hijos a que resuelvan sus propios conflictos siempre que esto sea posible.
Cuando hay una gran diferencia de edad entre hermanos, los pequeños verán a sus hermanos mayores como un referente para ellos, especialmente si son del mismo sexo y los mayores tendrán una actitud protectora hacia los pequeños. En estos casos la rivalidad no existe y la conflictividad en sus relaciones será bastante menor, ésta puede producirse porque los mayores consideren que tienen que ocuparse en exceso de sus hermanos pequeños o que éstos invaden su intimidad o porque los pequeños deseen ciertos privilegios que tienen sus hermanos debidos a su mayor edad.

martes, 3 de mayo de 2011

NACIMIENTO DEL PRIMER HIJO




PEQUEÑO AMADO
ANGEL ADORADO
INMENSA FELICIDAD
OIRTE DECIR …MAMÀ

AUTORA mircia pacheco

ESTE ES UN FRAGMENTO DE UNA POESIA QUE ESCRIBI A MI PRIMER HIJO


SON MUCHAS LAS COSAS QUE CAMBIAN EN LA FAMILIA CON EL NACIMIENTO DEL PRIMER HIJO, AHORA SON POR LO MENOS TRES LOS QUE COMPONEN LA FAMILIA, DIGO ASI PORQUE PUEDEN NACER GEMELOS O MAS.

LA PAREJA, QUE YA HABIA RELIZADO ALGUNOS AJUSTES PARA ADAPTARSE EL UNO AL OTRO AHORA ENFRENTAN UN NUEVO RETO, ADAPTARSE A SER PADRES DE UN NUEVO SER DEL CUAL SON TOTALMENTE RESPONSABLES.

SER PADRE Y MADRE ENTRAÑA UNA ENORME RESPONSABILIDAD, VEAMOS CUALES SON LOS CAMBIOS, LAS TAREAS MAS URGENTES Y LOS PROBLEMAS QUE SE PUEDEN PRESENTAR EN ESTA ETAPA DEL CICLO VITAL DE LA FAMILIA.

¿PREPARADOS?

SIENDO SINCERA CASI NADIE ESTA 100 POR CIENTO PREPARADO PARA SER PADRE O MADRE, NO SE TRATA SOLO DE TENER LA CAPACIDAD BIOLOGICA DE ENGENDRAR UN HIJO, ME REFIERO A LA MADURES MENTAL PARA ESA GRAN RESPONSABILIDA.

EL EMBARAZO

LOS NUEVE MESES QUE MAS O MENOS DURA EL EMBARAZO SON PARA ALGO MAS QUE ELEGIR EL NOMBRE DEL BEBE. CON TANTOS CAMBIOS HORMONALES QUE EXPERIMENTA LA MADRE EMBARAZADA EN ESTOS MOMENTOS ELLA NECESITA TODO EL APOYO DE SU ESPOSO.

AUNQUE PAREZCA INCREIBLE MUCHAS EMBARAZADAS RECIBEN MALOS TRATOS POR PARTE DE SUS MARIDOS, TODO LO QUE PASA DURANTE EL PERIODO DE GESTACION AFECTA AL BEBE.


EL NACIMIENTO

YA SEA POR PARTO VAGINAL O POR CESAREA ESTE ACONTECIMIENTO ES ESPERADO POR TODA LA FAMILIA QUIENES DEBEN APOYAR A LOS NUEVOS PADRES PERO SIN ENTROMETERSE DEMASIADO EN LA PAREJA, EN POCAS PALABRAS HAY QUE DEJALOS SER PAPA Y MAMA.

CON TODO TENER UN HIJO ES UNA GRAN ALEGRIA

VEAMOS LO QUE NOS DICE MANUEL SANCHEZ MONGE EN SU LIBRO
‘SERA UNA SOLA CARNE•



Esperar un hijo suele crear una crisis en la vida de la pareja. Ambos suelen fantasear sobre cómo va a ser su bebé, cómo van a ser padres. Con la llegada del primer hijo, la joven pareja se distancia más de sus familias –al ser padres son menos hijos— y se estrechan más los vínculos entre ellos. La responsabilidad de criar un hijo exige de ellos una nueva forma de compromiso porque la crianza es gratificante, pero dura.
Las crisis de este periodo suelen centrarse en dificultades de identificación: al tener que desempeñar los papeles de padre y madre suelen tender a copiar actitudes de sus propios padres y suele revivir en ellos el hijo que llevan dentro. Incluso si la inexperiencia les lleva a sentirse fracasados en esta nueva tarea, pueden vivir una auténtica regresión.
Puede darse también en este momento, a veces casi incons-cientemente, una cierta rivalidad por el afecto del hijo: frecuentemente, los padres caen en la tentación de considerar al hijo propiedad privada de cada uno de ellos e intentar conseguir con él toda una serie de objetivos soñados por ellos. Esto hace que surja entre ellos una sorda realidad que les puede acarrear serios problemas; si dejan de considerar al hijo propiedad privada y se ponen los dos a su servicio, sin dejar de cultivar su relación de pareja, será una ocasión de crecimiento.
Con motivo del nacimiento del primer hijo pueden darse intromisiones de la familia de origen: si la joven pareja había conseguido ya un cierto grado de independencia respecto a su familia de origen, ha de estar atenta porque los abuelos pueden meterse más de la cuenta en sus vidas apelando a su experiencia en la crianza del bebé.
Manuel SÁNCHEZ Monge, “Serán una sola carne...” Estudio interdisciplinar sobre el matrimonio y la familia. (Sociedad de Educación Atenas; Madrid 1996) p. 221-222.

AQUÍ UN ANALISIS SERIO DE LA PAGINA WWW.MAESTRO PSICOLOGO.COM



Varios estudios retratan los cambios sucedidos luego delnacimiento del primer hijo. Victoria Hidalgo los ha reunido, y enumera los siguientes:
• Alteraciones en los hábitos cotidianos. Las parejas estudiadas revelaron variaciones en las pautas de sueño, el tiempo libre, las relaciones sexuales, la intimidad emocional, el tiempo con los seres queridos, la distribución y el gasto de dinero, entre otras.
• Repercusiones en la identidad, el autoconcepto y la autoestima. Al parecer, el nacimiento de un hijo conlleva una sensación de maduración personal, y el inicio de una nueva faceta: el yo como padre o madre.
• Adopción de roles de género más tradicionales. Con la venida del bebé los cónyuges se adhieren a roles masculinos y femeninos más tradicionales; la mujer como soporte emocional de la familia, y el varón como proveedor.
• Modificaciones en la relación con el entorno. Se experimenta un acercamiento en el vínculo con los propios padres; y se busca y recibe apoyo en nuevas personas.
• Conflictos en la actividad laboral. La disputa entre continuar trabajando o quedarse en la casa para cuidar del bebé, suele ser una decisión angustiante y difícil de tomar para la mujer.
El impacto de los cambios por el nacimiento del primer hijo variarán de una a otra pareja; pero en todos los casos, será necesario un ajuste a la situación y al nuevo rol.
FUENTE : MAESTRO PSICOLOGO.COM