domingo, 27 de noviembre de 2011

LOS MANIPULADORES

Los manipuladores están en todos lados, un manipulador  puede ser un hijo, la pareja, un familiar, un jefe, un amigo, o un compañero de trabajo.

Para que haya un manipulador siempre tiene que haber un manipulado, o sea usted.

Recuerde: nadie puede manipularlo si usted no lo permite.

Los manipuladores saben bien como obtener siempre lo que quieren.

Ellos saben utilizar sus armas favoritas: la seducción, el chantaje, el miedo, la vergüenza , la culpa, la agresión, entre otras.


Los manipuladores son lobos con piel de cordero, que parecen encantadores y sufridos, cuando en realidad son amenazadores: emplean el miedo, la obligación y el sentimiento de culpa para lograr que hagas lo que ellos quieren en vez de lo que deseas. Ven a los demás como marionetas en sus manos y, cuando las personas no responden a los hilos invisibles que ellos mueven, pasan a las amenazas.


Sus intimidaciones asumen distintas formas, pero en el fondo todas significan lo mismo: "Sufrirás si no te comportas como quiero". Cuando se salen con la suya nos rodean con una reconfortante intimidad; cuando no lo logran apelan a sus tácticas.

Para escapar de su extorsión emotiva y no volver a caer en una emboscada, hay que entender cómo funciona la manipulación, enfrentarse a ella y definir estrategias para cada situación.

El manipulador utiliza el miedo, la obligación y la culpa como instrumentos para obligarnos a ceder: nos hacen temer las consecuencias de no plegarnos a sus deseos, sentirnos obligados a satisfacerlos o que sentiremos remordimiento si no capitulamos.

Toda persona que use a los demás para alcanzar sus deseos, es un manipulador.
Los manipuladores cotidianos son esas personas que pasan por nuestra vida imponiéndonos su visión del mundo y su forma de hacer y sentir. Esos individuos que se aprovechan de una relación estrecha y afectuosa para satisfacer sus necesidades, sin importarle en absoluto los sentimientos de la otra persona. Si ahora mismo echas una vistazo a tu alrededor, seguro que te encuentras alguno.

Todos somos manipuladores. En mayor o menor medida pero cuando estas técnicas se convierten en el modo predominante de relacionarse con las otras personas, cuando uno acaba preguntándose si aquello es una relación de pareja o de amistad, o simplemente un intercambio comercial, seguramente sea más que una estrategia pasajera.


¿Qué características comunes tienen los actos manipuladores?


1.Es cosa de dos: En todo acto de manipulación encontramos al menos a dos personas: al manipulador y al que es manipulado.

2.Un circulo vicioso entre los dos: Como son dos personas, necesariamente tiene que haber decisiones de ambas: La del manipulador, que libremente busca usar al otro; y la del manipulado que, por miedo, engaño o presión decide someterse al manipulador.

3.
Negar la dignidad de los demás: Encontramos, también, que todo manipulador busca satisfacer sus propios deseos o caprichos, sin importarle la dignidad de los demás. Su única medida es su propio provecho, a costa de la denigración de la persona a quien manipula. Se puede decir que el manipulador es un egoísta consumado, que se ve a sí mismo con dignidad, pero que niega la de los demás. 

4.Ver sólo un lado de la verdad: En todo acto manipulador se emplea a la verdad como elemento característico, pero a la verdad reducida a un solo aspecto. Por ejemplo, cuando un padre o una madre de familia obliga a sus hijos a servirle según sus caprichos, apela a que es el padre o la madre. Esa es la verdad: es el padre o la madre del niño, a quien, por ser progenitor, hay que respetar y obedecer. Sin embargo, esa es únicamente parte de la verdad, pues los hijos son personas al igual que los papás; merecen el respeto a su dignidad; obedecer no quiere decir que cumplan ciegamente los caprichos de los padres, o que por el hecho de ser papás, los hijos ya son sus servidores o criados. En este caso, la madre o el padre manipulador usa su condición de progenitor para su conveniencia, reduciendo la verdad de la paternidad o de la maternidad a un solo aspecto de éstas: la obediencia filial de los hijos.
5.El manipulador determina la hoja de ruta del manipulado: En todo acto de manipulación la intención es lograr que el manipulado presente un comportamiento preestablecido por el manipulador. Por tanto, cuanto menor sea la reflexión del primero, mayor será la garantía para el segundo. De aquí que la ignorancia, el miedo o el falseamiento de los argumentos, se encuentren en este acto, o almenos uno de ellos.

6.La manipulación siempre se manifiesta sutilmente, esa es la trampa. En toda manipulación se busca que el manipulado no se percate del engaño o de las intenciones del manipulador, pues de hacerlo, lo más probables es que este último no se deje manipular. Por tanto, suele haber sutiles comentarios, bajo el pretexto de un falso respeto hacia el manipulado.

7.No son precisos en sus afirmaciones , pero las dejan caer generalizándolas. Otro gran aspecto de la manipulación es que, astutamente, no se definen con exactitud las cosas, dejando abierto el contexto y el fondo de la acción. Por ejemplo, cuando a alguien le comentan: “Se dice en todo el pueblo, que no sabes tratar a la gente, que eres un inconsiderado, un mal educado…”. Nunca te aclararán ni quien lo dice, ni el por qué, ni en qué circunstancias. “¡Ah! Todo el pueblo es una persona que se lo ha comentado, que están molestas porque no me acordé de el el día de su cumpleaños!, por ejemplo”. Entre esto y “todo el pueblo” hay gran diferencia.

8.Aparentemente el manipulador lo hace basándose en valores, sólo aparentemente: En toda acción manipuladora se juega con los verdaderos valores, pues se usan como pretexto para que la acción aparente basarse en ellos, aunque, realmente, los niega.
La persona manipuladora es conciente de las estrategias que utiliza pero siempre intenta proyectar la culpa en los demás.
“No sé cómo estuve tanto tiempo con ese/a hombre/mujer”, suele ser el comentario de los/as hombres/mujeres que pasaron por la experiencia de enamorarse de un/a manipulador/a y sobrevivir a él: darse cuenta de quién tenían al lado para luego poder terminar con la relación y contar la experiencia para que otros/as hombres/mujeres no se tropiecen con la misma piedra.

El perfil del manipulador es bastante atractivo, en un comienzo se presentan como encantadores/as y sufrientes, la vida no los ha tratado bien. Inspiran compasión y deseo de protegerlos/as .Cuando ya han conquistado a su presa los manipuladores empiezan a mostrar su verdadera personalidad: utilizan el miedo y el sometimiento e inspiran culpa en el otro.
No es tan fácil liberarse de un/a manipulador/a, la mujer/hombre que forma pareja con él/ella sufre sus amenazas: de hacerles la vida más complicada, de dejarlos/as solos/as o hasta de suicidarse...cuando ellos/as ceden, vuelven a caer en sus redes y la relación se convierte en un círculo vicioso.
Para combatirlos, ante todo no hay que ceder a sus presiones y manejos: tomarse tiempo para reflexionar y esquivar los manejos psicológicos que nunca terminan bien. La realidad es que el mejor consejo es evitar la compañía de un/a manipulador o deshacerse de él tan pronto como sea posible..., o bien intentar hacerles frente. Si te miran el movil, si te controlan el horario, tus compañías, tus quehaceres, tu tiempo libre....no lo permitas.....
Como hacerles frente a los/as manipuladores/as
Para intentar afrontar las relaciones con las personas manipuladoras cotidianas (aquellas que de forma continuada en su vida son así) hay que seguir unas pautas que podemos sintetizar de esta forma:
· Conocer los propios puntos débiles y reforzarlos. Las carencias del manipulador están en unos puntos. Las del manipulado en otros. ¿Cuáles son? Esa es nuestra tarea.
· Tomar la decisión de modificar la relación, a sabiendas de que va a suponer un esfuerzo considerable. Hemos de decidir salir de esa relación que nos lleva al sufrimiento y la infelicidad.
· Mantener abierto el canal de la comunicación: “Que no te cuelguen el teléfono, cuando le dejas las cosas claras”, que no te corte la comunicación unilateralmente.
· Aprender a ser asertivos, a decir lo que se piensa, respetando al otro pero defendiendo nuestros derechos.
· Plantearse la supervivencia a la agresividad, sea esta ejercida por el manipulador/a activa o pasiva, como el mayor problema a superar.
· En el caso de que se llegue a agresión, hemos de recurrir a todas las posibilidades que permita el sistema legal para enfrentarse a la agresión.
· No empeñarse en intentar cambiarles. Son así, y tendrán que convivir con su inseguridad. No hay que ser salvador de nadie, sólo compañero/a, amigo/a, pareja, expareja, hermano/a, hijo/a.
· Tener siempre presente la posibilidad de romper la relación, y ejercer ese derecho en el caso en que sea necesario.
Debes descubrir tus puntos débiles antes de enfrentarte a ellos, tienes que tapar tus puntos débiles, aquellas vulnerabilidades de las que se aprovechan para dominarte.
Los puntos débiles que ellos/as detectan habitualmente son:
*Baja autoestima (si no la tienes intentan creártela).
*Ser tan manipulador como ellos: Inseguridad, carencias afectivas, ansiedad ante la evaluación social (de los demás)...
*Miedo a pérdidas emocionales (te van a dejar, vas a tener una ruptura, no te van a querer ,etc.) y físicas (vas a perder tu trabajo, tus ingresos, tu casa…) .
Aunque cualquiera puede ser víctima de manipulación, hay personas más proclives a ello. Para sobrevivir a los manipuladores, es útil detectar el punto débil que les ha permitido apoderarse del control sobre la vida de la otra persona en una o varias de las áreas importantes.


fuente: PSICOLOGÍA: AYUDA A LAS PERSONAS PSYCHOLOGY: HELPS PEOPLE


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